En 2004, Alexander Vik, un empresario noruego, propuso la creación de un viñedo de clase mundial para producir un vino único.
Para encontrar el mejor terruño, reunió a un equipo de enólogos, climatólogos, geólogos, viticultores y agrónomos para buscar en América del Sur. En 2006, Alexander Vik eligió el mejor terruño con condiciones climáticas óptimas para el cultivo de la uva y compró 11.000 acres en Chile. El lugar específico elegido fue el Valle de Millahue, o “Lugar de Oro”, como lo nombraron los indígenas. Aquí nace “VIK”, la cual encarna la fusión perfecta entre el hombre, la experiencia, la tierra, el clima y la tecnología más avanzada.